En la repostería casera, lograr un bizcochuelo esponjoso depende de varios factores que van desde la temperatura del horno hasta el manejo de los ingredientes. Según ABC, estos son los seis errores más comunes y cómo corregirlos:
1. Medidas imprecisas
Usar tazas o cucharas sin estandarizar las cantidades puede alterar la proporción entre harina, huevos y líquidos. Lo ideal es emplear una balanza de cocina para pesar los ingredientes y asegurar la consistencia de la receta.
2. Temperatura del horno incorrecta
Un horno demasiado frío o excesivamente caliente impide el desarrollo adecuado de las burbujas de aire. Precalentar siempre a 180 °C y usar un termómetro para validar la temperatura real evita sorpresas.
3. Batido inadecuado de huevos y azúcar
Incorporar aire al batir crea la estructura esponjosa del bizcochuelo. Se recomienda batir huevos con azúcar hasta obtener una mezcla pálida y espumosa antes de añadir harina, según los consejos de abc.com.py.
4. Uso inadecuado de polvo de hornear
El polvo de hornear pierde eficacia con el tiempo. Verifica su fecha de caducidad y tamízalo junto con la harina para garantizar una distribución uniforme.
5. Apertura frecuente del horno
Abrir la puerta antes de que el bizcochuelo se asiente interrumpe el flujo de calor y provoca un hundimiento en la superficie. Espera al menos ¾ del tiempo de cocción antes de verificar con un palillo.
6. Tamaño o tipo de molde inapropiado
Un molde demasiado grande hará que la masa se extienda y pierda altura; uno muy pequeño puede quemar los bordes antes de que el interior esté cocido. Emplea moldes rectangulares o redondos de unos 20 cm de diámetro y agrégalos de manera uniforme con mantequilla y harina.
Si evitas estos errores y sigues las recomendaciones, tu próximo bizcochuelo saldrá más alto, parejo y delicioso. ¡Manos a la masa!