Latinoamérica alberga paisajes excepcionales que invitan a respirar aire puro y vivir experiencias únicas en contacto directo con la naturaleza. Según ABC, estos son los ocho destinos imperdibles para quienes buscan reconectar con el entorno sin salir de la región:
- Parque Nacional Torres del Paine (Chile): Ubicado en la Patagonia, ofrece montañas, glaciares y lagos turquesa ideales para el senderismo y la observación de guanacos bajo cielos despejados.
- Selva Lacandona (México): En Chiapas, este pulmón verde de Mesoamérica permite convivir con comunidades indígenas, explorar ríos selváticos y descubrir ruinas mayas ocultas entre la densa vegetación.
- Esteros del Iberá (Argentina): El segundo humedal más grande del mundo alberga yacarés, ciervos de los pantanos y aves por cientos, y es perfecto para safaris fotográficos y turismo sostenible.
- Monte Roraima (Venezuela): Este tepuy ancestral, conocido por inspirar a Arthur Conan Doyle, sorprende con sus formaciones rocosas y su niebla constante, brindando una experiencia casi surrealista.
- Islas Galápagos (Ecuador): Un laboratorio natural donde se puede nadar con tiburones martillo, observar tortugas gigantes y caminar entre piqueros de patas azules en un entorno protegido.
- Parque Nacional Tayrona (Colombia): En la costa Caribe, combina selva y playas paradisíacas, con senderos que atraviesan ecosistemas ricos en biodiversidad y comunidades indígenas ancestrales.
- Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde (Costa Rica): Uno de los ecosistemas más ricos del planeta, con senderos envueltos en neblina, puentes colgantes y el canto del quetzal como banda sonora.
- Pantanal (Brasil): Este vasto humedal, más accesible que la Amazonía, ofrece encuentros cercanos con jaguares, anacondas y una avifauna espectacular sin las multitudes de otros destinos.
Con una oferta que va desde los glaciares patagónicos hasta los bosques nubosos de Costa Rica, estos destinos destacan por su biodiversidad y sus iniciativas de turismo responsable. Las recomendaciones de ABC subrayan el creciente interés por experiencias de viaje que respeten y preserven los ecosistemas.
