El viernes 12 de junio, alrededor de las 3:30 hora local (12:00 GMT), Israel lanzó un ataque aéreo contra varias instalaciones militares en Teherán, en respuesta a lo que el primer ministro Benjamin Netanyahu calificó como una “amenaza iraní a la supervivencia de Israel”.
Según las agencias estatales iraníes IRNA y Tasnim, el impacto destruyó parte del cuartel general de la Guardia Revolucionaria y causó la muerte del general Hossein Salamí, comandante en jefe de la élite militar, así como de los científicos nucleares Mohammad Mehdi Tehranchi y Fereydoun Abbasi. ABC
Las autoridades iraníes también reportaron víctimas civiles tras bombardeos en zonas residenciales del norte de la capital, mientras que el gobierno de Teherán advirtió que responderá “a cualquier agresión a cualquier nivel”.
Netanyahu afirmó en un video divulgado luego del ataque que el objetivo era “el núcleo del programa de enriquecimiento nuclear de Irán” y aseguró que la operación continuará “el tiempo que sea necesario” para neutralizar la amenaza.
El incidente agrava la tensión en Oriente Medio y despierta preocupación internacional por una posible escalada entre Irán e Israel, dos potencias clave en la región.
