En una localidad rural de China, un hombre erigió un singular edificio de cinco pisos, carente de puertas y ventanas, con el objetivo de obstaculizar un ambicioso proyecto turístico promovido por el gobierno local. Según detalla Ultimahora, la estructura de hormigón y acero se alza como un muro de contención física y un poderoso mensaje de oposición ciudadana.
El constructor, cuyo nombre no ha sido revelado, inició la obra tras recibir la orden de desalojo de su terreno, una fase previa al desarrollo de hoteles y complejos turísticos en la zona. Desde principios de este año, la insólita edificación ha generado un acalorado debate sobre la tensión entre el crecimiento económico y los derechos de propiedad, así como sobre las formas de resistencia civil en China.