El pasado 12 de junio se cumplieron 90 años desde la firma de la Paz del Chaco, que puso fin a la guerra entre Paraguay y Bolivia (1932-1935) y costó la vida de más de 30.000 combatientes. Sin embargo, los habitantes del Chaco Paraguayo aseguran que la tranquilidad jurídica y social prometida nunca llegó.
Según denuncian líderes comunitarios y pobladores de Alto Paraguay, la corrupción en la ejecución de proyectos públicos ha vaciado de recursos la región. El millonario acueducto chaqueño, con un presupuesto superior a US$ 100 millones, no suministra agua a las comunidades, y las reparaciones de caminos son insuficientes para soportar las lluvias y la sequía.
Además, miles de hectáreas de tierras chaqueñas están en manos de extranjeros, a pesar de que la Constitución prohíbe la extranjerización de predios en zonas fronterizas. Esta situación genera una fuerte tensión social en un territorio que, tras la guerra, debía consolidarse como orgullo nacional.
El sistema sanitario local también refleja el abandono: habitantes mueren por la falta de atención oportuna, al no existir centros de salud equipados ni rutas de acceso en buen estado. A ello se suma la deficiente cobertura eléctrica de la ANDE, que provoca pérdidas de electrodomésticos y limita las posibilidades de desarrollo en la zona.
“La paz no solo es la ausencia de conflicto bélico, sino también la garantía de condiciones mínimas de vida”, afirma un referente rural chaqueño. A 90 años de la culminación de las hostilidades, la meta de la “paz social” parece aún lejana para las familias que hacen patria en el Chaco.
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Fuentes originales
https://www.abc.com.py/opinion/2025/06/15/no-existe-paz-en-el-chaco/
