Un aislamiento que impulsa la endemismo
Ubicadas a más de 1.000 km del continente, las Islas Galápagos han permanecido aisladas de otras masas terrestres, lo que limita la llegada de especies y favorece la evolución independiente de poblaciones. En un entorno casi prístino, organismos como los famosos pinzones que inspiraron a Darwin desarrollaron adaptaciones únicas en pequeñas poblaciones aisladas. ABC Color
Origen volcánico y variedad de hábitats
Cada isla surgió de erupciones volcánicas, lo que obligó a los primeros colonos biológicos a adaptarse a terrenos abruptos y suelos nuevos. En pocos kilómetros cuadrados conviven desiertos de lava, manglares, bosques húmedos y playas, generando microclimas que aceleran la diversificación de plantas y animales endémicos como la iguana terrestre o el cangrejo rojo. ABC Color
Corrientes marinas y mínima intervención humana
El encuentro de corrientes frías como la de Humboldt y cálidas como El Niño nutre un ecosistema marino excepcional, donde conviven tiburones martillo, leones marinos e iguanas marinas. Hasta el siglo XIX la presencia humana fue casi nula, evitando la agricultura intensiva y la introducción masiva de especies exóticas que suelen alterar el equilibrio natural. ABC Color
Protección y desafíos futuros
Hoy las Galápagos son Patrimonio Natural de la Humanidad y Parque Nacional desde 1959. Con normativas estrictas que regulan el turismo y el tránsito de embarcaciones, las autoridades buscan frenar amenazas como el cambio climático, la pesca ilegal y las especies invasoras. Este modelo de conservación es clave para asegurar que el archipiélago siga siendo un verdadero laboratorio vivo de la evolución. ABC Color