El 17 de junio de 2025, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) comunicó ante su Junta de Gobernadores que dispone de indicios de que las instalaciones subterráneas de enriquecimiento de uranio en Natanz, al sur de Teherán, fueron alcanzadas por un ataque de precisión atribuido a Israel. Según el informe preliminar, los datos analizados —incluyendo imágenes de satélite y muestras de terreno— apuntan a que la operación buscó dañar el corazón del programa nuclear iraní.
La planta de Natanz es un pilar en las labores de enriquecimiento de uranio que Irán sostiene desde la última década y ha sido escenario de incidentes de sabotaje previos. El OIEA advirtió que, de confirmarse el origen del ataque, esto representaría una escalada significativa en las tensiones entre Teherán y Jerusalén, además de complicar los esfuerzos diplomáticos para reactivar el acuerdo nuclear de 2015.
Hasta el momento, ni Israel ni Irán han emitido declaraciones oficiales al respecto. Sin embargo, fuentes de la diplomacia europea han expresado su preocupación por el creciente riesgo de confrontación militar en la región y han instado a ambas partes a evitar acciones unilaterales que puedan desestabilizar aún más el área.
La noticia fue reportada inicialmente por abc.