El 19 de junio de 2025, Corea del Sur reportó que sus sistemas de defensa detectaron el lanzamiento de varios cohetes norcoreanos desde zonas cercanas a la capital Pionyang, en lo que supone una nueva escalada de tensión en la península coreana. Según el comunicado del Estado Mayor Conjunto surcoreano, los proyectiles fueron lanzados en dirección al Mar de Japón sin que se registraran víctimas ni daños materiales en territorio aliado.
Pyongyang continúa con sus pruebas de armamento pese a las sanciones internacionales vigentes desde 2017, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU impuso restricciones tras el ensayo nuclear norcoreano más potente hasta la fecha. ABC indica que Seúl ha reforzado sus patrullas costeras y mantiene en alerta a sus submarinos de ataque, en coordinación con Estados Unidos.
Esta nueva demostración de fuerza se suma al lanzamiento de misiles balísticos realizado el pasado abril y a ejercicios militares conjuntos entre Washington y Seúl, que Pyongyang califica como “provocaciones hostiles”. Analistas señalan que, ante la presión internacional, Corea del Norte busca afianzar su programa armamentístico y proyectar poder interno y externo.
Las autoridades surcoreanas instaron a la comunidad internacional a mantenerse vigilante y a aplicar sanciones más severas en caso de que Corea del Norte persista con sus ensayos. Por su parte, el Gobierno de Japón condenó el lanzamiento y reforzó su sistema de alerta temprana ante posibles desvíos de trayectoria.
