Un operativo internacional coordinado por fuerzas de seguridad de Alemania, Francia, Países Bajos, Dinamarca, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá desmanteló las variantes de malware más peligrosas del mundo, conocidas por su capacidad de infiltrarse en redes críticas y robar información sensible. Durante la acción, las autoridades emitieron 20 órdenes de arresto contra presuntos responsables del desarrollo y distribución de estos programas malignos.
Además de las detenciones, los agentes consiguieron desactivar más de 300 servidores utilizados para propagar las distintas familias de malware, interrumpiendo así sus operaciones a escala global. La investigación, que contó con intercambio de inteligencia y recursos tecnológicos entre los países participantes, refuerza la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra las ciberamenazas.abc