El 22 de mayo, la Casa Blanca instruyó a la Universidad de Harvard a cesar la inscripción de estudiantes extranjeros en todas sus modalidades académicas, argumentando supuestos riesgos de seguridad nacional. La orden generó polémica inmediata y fue publicada por abc y Última Hora.
Al día siguiente, la prestigiosa universidad presentó una demanda contra el Ejecutivo federal. Un juez de distrito de Nueva York emitió un fallo que bloqueó temporalmente el veto presidencial, señalando la falta de fundamentos legales y el perjuicio irreparable para la institución y sus alumnos abc.
El 25 de mayo, Donald Trump intensificó la presión sobre Harvard al exigir el envío de información detallada de sus estudiantes extranjeros, con especial énfasis en quienes participaron en manifestaciones pro-palestinas en el campus. La solicitud desató un nuevo debate sobre la privacidad y la autonomía universitaria abc.