La salud digestiva depende en gran medida de lo que comemos y de nuestro estilo de vida. Según expertos en nutrición, una alimentación rica en fibras, vitaminas y minerales fortalece la flora intestinal y facilita el tránsito gastrointestinal. Además, mantener una ingesta adecuada de líquidos y realizar ejercicio regularmente son prácticas esenciales para prevenir problemas como el estreñimiento y la hinchazón.
Principales recomendaciones
- Consumir cinco porciones diarias de frutas y verduras frescas.
- Incluir cereales integrales, legumbres y frutos secos para aportar fibra.
- Beber al menos dos litros de agua al día para favorecer la digestión.
- Practicar actividades físicas de intensidad moderada por lo menos 30 minutos diarios.
Beneficios comprobados
La combinación de una dieta nutritiva con hidratación y ejercicio no solo mejora el proceso digestivo, sino que también fortalece el sistema inmunológico, regula el peso corporal y reduce el riesgo de enfermedades crónicas. Adoptar estos hábitos desde temprana edad promueve el bienestar a largo plazo.
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