Este domingo, en la histórica Basílica de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco presidió la ordenación de un nuevo grupo de sacerdotes y dedicó su homilía a resaltar la urgencia de “reconstruir juntos la credibilidad de una Iglesia herida”. Con voz firme y emotiva, el pontífice recordó los desafíos que afectan la imagen de la institución, haciendo alusión a los recientes escándalos de abusos y las divisiones internas.
“La Iglesia no puede avanzar si no se basa en la confianza recíproca y en la cercanía con los más necesitados”, afirmó Francisco ante los ordenados, invitándolos a asumir su ministerio con humildad y compromiso. En su discurso, destacó la necesidad de que cada sacerdote sea un “artesano de paz” y un “punto de encuentro” para las comunidades locales.
La ceremonia contó con la presencia de cardenales y obispos de diversas partes del mundo, así como de familiares y fieles que colmaron los bancos de la basílica. Tras la ordenación, los nuevos sacerdotes participaron en una procesión por la nave central, símbolo de su nueva misión evangelizadora.
Con este llamado a la renovación interna, el Papa Francisco busca fortalecer el vínculo entre la jerarquía eclesiástica y los creyentes, esencial para superar las crisis de credibilidad y afianzar el papel social de la Iglesia en el siglo XXI. Fuente: Última Hora