El próximo 20 de mayo se disputará la final de la Europa League 2025, un partido que va más allá de la consecución de un título y que otorga al campeón el acceso directo a la fase de grupos de la Champions League.
Los dos clubes finalistas se enfrentarán ante más de 50.000 aficionados en un estadio que se prepara para albergar la gran fiesta del fútbol europeo, con un valor económico y de prestigio que puede marcar el devenir de la temporada para ambos conjuntos.
Según ABC, la expectativa por el partido es máxima, ya que el vencedor no solo sumará un trofeo continental a sus vitrinas, sino que además asegurará importantes ingresos televisivos y de mercado para la próxima campaña.