El pasado mayo en Paraguay, Fernanda, una estudiante de 17 años, perdió la vida mientras cursaba su cuarto mes de embarazo, un hecho que ha desatado el debate sobre la violencia machista y la falta de educación sexual en el país. Según relata abc, la joven no encontró apoyo en su entorno para abordar su situación, posiblemente por temor o vergüenza.
El caso evidencia que la sociedad paraguaya continúa esquivando temas tabúes como el sexo, el aborto y la violencia de género. Muchos padres evitan hablar de sexualidad con sus hijos y sectores conservadores intentan frenar la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en colegios, argumentando que ello promueve la “precocidad” sexual. Esta omisión, sin embargo, deja a adolescentes como Fernanda sin herramientas para tomar decisiones informadas.
Según abc, el homicidio de Fernanda –un acto calificado de violencia machista– se produjo con saña, privando a la joven no solo de su derecho a decidir sobre su cuerpo, sino también de su dignidad y de su futuro académico. Expertos en salud sexual y organizaciones de derechos humanos coinciden en que este tipo de tragedias continuarán mientras persista el silencio y la desinformación.
Frente a esta realidad, voces especializadas exigen al Estado paraguayo el diseño urgente de políticas públicas que incluyan:
- Implementación obligatoria de la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos.
- Orientación profesional libre de sesgos ideológicos y religiosos.
- Campañas de prevención de la violencia de género y el embarazo adolescente.
- Acceso a servicios de salud sexual y reproductiva con enfoque de derechos.
“No podemos seguir postergando la discusión. Hablar de educación sexual, violencia de género y salud mental es vital para salvar vidas”, concluyen desde abc. El caso Fernanda marca un punto de inflexión: sin información y sin políticas, la historia puede repetirse.