Este 4 de junio, el presidente ruso Vladimir Putin y el papa León XIV sostuvieron su primer contacto telefónico centrado en la búsqueda de la paz en Ucrania. Según el Kremlin y el Vaticano, ambos líderes coincidieron en impulsar una salida diplomática a la guerra, aunque Putin acusó a Kiev de perpetrar actos de sabotaje contra infraestructuras civiles en territorio ruso.ABC
Durante la conversación, Putin insistió en la necesidad de un “arreglo definitivo, justo y global” que contemple la eliminación de las causas profundas del conflicto. Para ello, volvió a exigir la retirada de las fuerzas ucranianas de las cuatro regiones que Rusia reclama como anexadas y la renuncia de Ucrania a su aspiración de unirse a la OTAN, condiciones que chocan con el alto el fuego incondicional que Kiev demanda desde el inicio de la guerra.ABC
El intercambio tuvo lugar tras dos rondas de negociaciones directas en Estambul, donde Moscú mantuvo exigencias maximalistas y Kiev rechazó cualquier condición previa que permita a sus tropas rearmarse con apoyo occidental. En los últimos días, Ucrania llevó a cabo operaciones con drones que dañaron aeronaves rusas, y Moscú la responsabiliza también de explosiones que derribaron puentes y descarrilaron trenes, con un saldo de siete muertos y más de un centenar de heridos.ABC
El Vaticano, por su parte, ha sido mencionado como posible sede para futuras negociaciones de paz. Tras la llamada, Putin expresó su “gratitud” al pontífice “por su voluntad de contribuir al arreglo” del conflicto, reforzando el rol mediador de la Santa Sede en un momento de estancamiento diplomático.ABC
