En Paraguay se registran alrededor de 4.000 abortos por año, según datos oficiales del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS). De este total, aproximadamente el 12% corresponde a abortos en niñas y adolescentes, muchos de los cuales terminan en complicaciones graves que requieren atención en cuidados intensivos. abc
El Hospital Materno Infantil San Pablo, uno de los principales centros de referencia en Asunción para la atención de embarazadas, reporta un promedio de 240 a 260 nacimientos mensuales. Sin embargo, también atiende al menos un caso crítico al mes por complicaciones derivadas de interrupciones de embarazo, indicó el doctor Vicente Vega, director médico del servicio. abc
“La mayoría de los casos son abortos espontáneos, pero también hemos visto abortos inducidos con características de agresión no protocolizada”, explicó Vega. Detalló que la paciente más reciente ingresó entubada y en estado de shock, y que el caso fue remitido a la Fiscalía por sospecha de aborto provocado. En Paraguay, el aborto intencional está penado con penas de dos a cinco años de prisión.
Las complicaciones más frecuentes tras un aborto son la hemorragia y el cuadro infeccioso, que pueden derivar en fallo multiorgánico y muerte materna. Según el director médico, el aborto ocupa entre el segundo y tercer lugar como causa de mortalidad materna en el país, aunque en el Hospital San Pablo los decesos por esta razón se mantienen por debajo del promedio nacional.
El doctor Vega destacó que, frente a la gravedad de los casos, el hospital impulsa un programa de educación sexual y planificación familiar dirigido principalmente a adolescentes. “Hemos observado un aumento de consultas por métodos anticonceptivos y esperamos reducir tanto los embarazos no deseados como las interrupciones de embarazo inseguras”, señaló.
Ante sospechas de aborto provocado, el equipo médico asume el manejo clínico y remite la investigación al Ministerio Público, ya que el personal de salud no está facultado para indagar en origen de la interrupción. Según las autoridades sanitarias, fortalecer la prevención y garantizar acceso a la atención oportuna son claves para disminuir los ingresos a UTI y las muertes maternas en el país.
