Julio Iglesias, uno de los artistas españoles más reconocidos a nivel mundial, vive desde hace varios años en un pequeño pueblo de apenas 1.000 habitantes en el norte de España. Su llegada discreta y su trato cercano lo han convertido en el vecino estrella de esta comunidad rural.
Los residentes destacan que, pese a su fama, el cantante participa con naturalidad en las actividades locales: asiste a fiestas patronales, comparte charlas en la plaza principal y se interesa por la vida diaria de sus conciudadanos. Este perfil bajo y accesible le ha valido el cariño unánime de sus nuevos vecinos.
La historia de Julio Iglesias como vecino ejemplar demuestra cómo una figura de renombre internacional puede integrarse en la vida de un municipio pequeño, fortaleciendo el vínculo entre cultura popular y tradición local.
Fuente: ABC