En la antesala del enfrentamiento contra Brasil en la fecha 16 de las Eliminatorias Sudamericanas, el entrenador de la Selección Paraguaya, Gustavo Alfaro, ofreció una conferencia de prensa en la que reveló la filosofía que sostiene el invicto de su equipo: usar el dolor como motor de transformación. “Entendí que el dolor era el punto de partida, que las cicatrices eran la base para construir éxitos futuros”, afirmó el estratega argentino.
Alfaro asumió el cargo en septiembre de 2024 y, tras dirigir nueve partidos (cinco victorias en Asunción y cuatro empates como visitante), la Albirroja se encuentra a un paso de asegurar su pase al Mundial de Norteamérica 2026, algo que no logra desde 2002. “Fracasar es traicionar tus convicciones. De cada revés aprendimos y crecimos”, enfatizó el técnico, citando esos tropiezos como combustible para la actual remontada.
El concepto de memoria fue otro pilar en sus declaraciones. Alfaro recordó los desafíos en Uruguay, donde fueron señalados como “el peor equipo de las Eliminatorias”, y la complejidad de enfrentar a potencias como Brasil y Argentina. “Tener memoria es reconocer cada batalla, cada gol en contra, y usarlo para fortalecernos”, explicó, haciendo alusión a los entrenamientos en altura en Bolivia, donde los rivales incluso filmaron al equipo esperando una goleada.
La emoción también se hizo presente: las lágrimas de los jugadores al vencer a Uruguay, según Alfaro, simbolizaron “todo lo que guardaban de sus luchas internas”. “No sabía si festejar, reír o llorar, porque cada victoria nos cuesta y tiene un valor inmenso”, confesó. Esa gestión de emociones, junto a la juventud y experiencia combinadas en el plantel, ha sido clave para el cambio de inflexión.
Con el Mundial 2026 a la vista, Alfaro reconoció que podría ser su última oportunidad de dirigir una Copa del Mundo. “Para muchos es la última chance, y esa urgencia nos empuja a no desaprovecharla”, señaló.
Fuente: ABC Color
Fuente: Última Hora
Fuentes originales
https://d10.ultimahora.com/alfaro-usar-el-dolor-como-combustible-fue-lo-que-nos-puso-de-pie
