En los últimos días, la abogada TikToker ha vuelto a acaparar la atención pública al aceptar la defensa de una mujer señalada como partícipe en el asesinato de un repartidor de delivery ocurrido recientemente en Asunción. Con este nuevo encargo, suma ya dos casos de gran repercusión mediática en menos de un mes.
El pasado 10 de junio de 2025, la letrada, conocida por volcar su trabajo legal en formatos de video de corta duración, fue designada para representar a los padres del joven acusado de haber perpetrado el feminicidio de María Fernanda Benítez. Aquella causa desató una oleada de críticas por la violencia de género que reflejó, y ahora su implicación en el crimen del delivery renueva el debate sobre su estilo de comunicación y los límites de la exposición pública del derecho de defensa.
«Mi trabajo es garantizar el acceso a un juicio justo para todos mis clientes», declaró la abogada en sus redes, donde acumula más de 1,2 millones de seguidores. Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos y colectivos de mujeres han cuestionado que la estrategia mediática pueda opacar las víctimas y sus familias.
Analistas legales consultados señalan que, si bien la visibilidad puede contribuir a la transparencia, también existe el riesgo de transformar procesos judiciales complejos en mero espectáculo. Por ahora, el caso del delivery —con investigaciones en curso y detenciones recientes— sigue abierto, y la abogada buscará, según sus declaraciones, aportar pruebas que refuten la presunta participación de su defendida.
La polémica está servida: la abogada TikToker consolida su marca personal al tiempo que sus detractores advierten sobre la posible vulneración de derechos de las víctimas y el uso de la plataforma para intereses mediáticos.
Fuente: La Nación