En Paraguay, el estrés y la incertidumbre económica pueden disparar niveles de ansiedad que impactan directamente en la toma de decisiones financieras. Según La Nación, la preocupación constante por el futuro y el miedo a imprevistos llevan a muchas personas a realizar compras impulsivas o, por el contrario, a una parálisis total que dificulta la planificación de un presupuesto.
¿Qué sucede en el cerebro cuando la ansiedad se apodera de nuestras finanzas? Expertos en psicología señalan que el aumento de cortisol—la llamada hormona del estrés—reduce nuestra capacidad de evaluar riesgos y beneficios a largo plazo. Esto se traduce en una menor tolerancia a la espera y una urgencia por aliviar la tensión mediante el gasto inmediato, hábitos que erosionan el ahorro y acentúan la sensación de inseguridad económica.
Para contrarrestar estos efectos, los especialistas proponen:
- Establecer un plan de gastos y metas de ahorro semanales o mensuales, con montos realistas.
- Practicar técnicas de relajación (respiración, meditación o ejercicio) antes de tomar decisiones importantes.
- Buscar asesoramiento financiero profesional en instituciones reconocidas.
- Llevar un registro emocional de cada gasto para identificar patrones de consumo impulsivo.
Adoptar estas estrategias no solo fortalece la salud mental, sino que también crea hábitos financieros más sólidos y sostenibles. En tiempos de alta volatilidad, combinar el autocontrol emocional con una planificación ordenada se vuelve esencial para garantizar estabilidad y bienestar a largo plazo.
Fuentes originales
https://www.lanacion.com.py/columnistas/2025/06/12/la-ansiedad-y-nuestras-finanzas-personales/