El adiestrador canino Ricardo Rodríguez afirmó que “humanizar” a los perros equivale a agredir la naturaleza del animal, al someterlo a costumbres y expectativas propias de las personas. Sostiene que esta tendencia creciente en las familias urbanas provoca en las mascotas problemas de comportamiento y bienestar.
Rodríguez explicó que los perros poseen un conjunto de necesidades instintivas que se ven perturbadas cuando se les ofrecen alimentos, rutinas y objetos diseñados exclusivamente para humanos. “Al querer vestirlos, hablarles como si fueran niños o permitirles acceder a lugares y espacios pensados sólo para adultos, generamos en ellos ansiedad, estrés y conducta reactiva”, señaló.
El adiestrador propone en cambio un enfoque más respetuoso con los ciclos y el temperamento canino, que incluya paseos diarios, estímulos olfativos, entrenamiento basado en refuerzos positivos y socialización controlada. Según Rodríguez, de esta forma se fortalece el vínculo entre la mascota y su familia sin sacrificar el instinto natural del perro.
Fuente: abc