En los últimos años, el mercado de los “bebés reborn” —muñecos hiperrealistas hechos de vinilo o silicona— ha crecido de forma significativa en Paraguay. Muchas parejas que enfrentan infertilidad encuentran en estas piezas una forma de consuelo emocional y una vía de desahogo ante la imposibilidad de tener hijos.
De acuerdo con un reportaje de ABC, los precios de un reborn pueden oscilar entre 200 y 1.500 dólares, dependiendo de la calidad de los materiales y el nivel de detalle en la pintura, el cabello y el peso. Tiendas especializadas en Asunción reportan un aumento del 40% en demanda durante el último año.
Expertos en salud mental señalan que, si bien estas figuras pueden servir como terapia de duelo para quienes han perdido un bebé o no pueden concebir, existe el riesgo de generar apego patológico. La psicóloga María Torres advierte que “el uso prolongado sin acompañamiento profesional puede derivar en evasión de la realidad y problemas de vinculación afectiva”.
Por su parte, artesanos locales han comenzado a formarse en cursos de modelado y pintura para satisfacer la creciente demanda. Sin embargo, organismos de protección al consumidor llaman a normar la comercialización de estos juguetes, considerando su alto costo y la falta de garantías en compras en línea.
El debate continúa abierto en Paraguay: ¿moda preocupante o una alternativa terapéutica legítima para quienes no pueden tener hijos?