El Gobierno brasileño y el sector industrial urgieron a Estados Unidos a retomar las negociaciones tras el aumento del arancel sobre el acero y el aluminio del 25% al 50%, anunciado el pasado miércoles por la administración de Donald Trump. El vicepresidente y ministro de Industria y Comercio, Geraldo Alckmin, lamentó la decisión durante una visita a un parque solar en Minas Gerais y subrayó que “Brasil no es un problema comercial para EEUU” sino un socio dispuesto al diálogo. Última Hora
El jefe de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Ricardo Alban, calificó la medida de “retroceso en las relaciones comerciales” y defendió que la negociación es el mejor camino para “restablecer el ambiente de confianza y cooperación mutua” y evitar perjuicios mayores en las cadenas productivas de ambos países. Según datos de la CNI, en 2024 EEUU absorbió el 60% de las exportaciones de acero de Brasil y alcanzó el 75% sólo en el primer trimestre. Última Hora
La medida, que también afecta al aluminio, podría encarecer insumos industriales a nivel global. Según la agencia EFE, Brasil ha abierto una mesa de negociación con Washington para buscar el equilibrio en la balanza comercial y mitigar el impacto de un arancel que también golpea el sector automotriz estadounidense con un impuesto del 25% a vehículos importados y un arancel base del 10% para sus socios.
La apuesta de Brasil por el diálogo se enmarca en su condición de mayor economía de América Latina y uno de los principales exportadores de acero a EEUU, junto a Canadá y México, y busca evitar que las tensiones arancelarias perjudiquen tanto a productores locales como a consumidores finales en ambos mercados.