Builder.ai, valuada en más de US$ 1.500 millones, se declaró en bancarrota en mayo de 2025 tras descubrirse que su producto estrella, la inteligencia artificial “Natasha”, no existía. ABC reveló que, en realidad, un equipo de más de 700 ingenieros en India realizaba manualmente las tareas que la empresa vendía como automatizadas.
Según una investigación de Bloomberg, Builder.ai exageró sus ingresos, simuló contratos con la firma VerSe y engañó a inversores de alto perfil como Microsoft, que destinó más de US$ 400 millones. Para mantener la ilusión de un rápido crecimiento, la compañía infló sus facturaciones y ocultó deudas crecientes ante sus acreedores.
El colapso definitivo llegó cuando Viola Credit embargó US$ 37 millones por inconsistencias en las proyecciones financieras. Además, las autoridades indias vincularon al fundador Sachin Dev Duggal con presuntos casos de lavado de dinero, lo que aceleró su salida de la firma. Clarín informa que, tras la llegada del nuevo CEO, se descubrieron deudas por más de US$ 115 millones y se despidió a más de 1.000 empleados.
