Un estudio publicado el 5 de junio en la revista Scientific Reports revela que los chimpancés (Pan troglodytes) pueden contagiarse del bostezo de un androide que reproduce expresiones faciales humanas. La investigación, dirigida por Ramiro Joly-Mascheroni y Beatriz Calvo-Merino de la University of London City St George’s junto a colegas de la Universitat de Girona, es la primera en demostrar el fenómeno de bostezo contagioso entre un agente inanimado y primates no humanos.
Para el experimento, catorce chimpancés de entre 10 y 33 años alojados en la Fundació Mona Primate Sanctuary (España) observaron durante varias sesiones una cabeza androide que simulaba bostezos de 10 segundos de duración. Los resultados mostraron que los primates reproducían el bostezo del androide con mayor frecuencia cuando éste abría completamente la boca, mientras que apenas reaccionaban ante expresiones neutras o boquiabiertas.
Según los autores, este hallazgo favorece la hipótesis de que el bostezo no solo es un reflejo fisiológico, sino también una señal social ancestral que facilita la sincronización de estados de alerta y descanso dentro de un grupo. «Aunque desconocemos sus orígenes evolutivos exactos, nuestros datos apuntan a una función comunicativa no verbal muy antigua», explica Calvo-Merino.
Los investigadores destacaron además que explorar la respuesta de primates a agentes artificiales abre nuevas vías para entender el mecanismo de la cognición social. Futuras líneas buscan determinar si otros movimientos realizados por robots pueden desencadenar comportamientos contagiosos y en qué medida se asemejan a las interacciones humanas.
Fuente: ABC
