La mandioca es uno de los cultivos más importantes del sector agropecuario paraguayo, con un potencial de crecimiento significativo tanto para consumo interno como para exportación. Según La Nación, estas son las cinco claves para potenciar su rentabilidad:
1. Selección de variedades mejoradas
La utilización de cepas con mayor rendimiento y resistencia a plagas permite incrementar hasta un 20% la productividad por hectárea. Instituciones de investigación, como el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria, recomiendan evaluar variedades adaptadas a las condiciones locales de suelo y clima.
2. Optimización de fertilización
Un programa nutricional balanceado, basado en análisis de suelo, reduce costos y mejora la calidad de la raíz. Fertilizantes de liberación lenta y la incorporación de materia orgánica han mostrado resultados positivos en ensayos de campo.
3. Acceso a financiamiento y seguros agrícolas
Las líneas de crédito del Banco Nacional de Fomento y los seguros de cosecha minimizan riesgos y permiten a los pequeños productores invertir en tecnología y maquinaria. El respaldo financiero es clave durante las etapas críticas de siembra y cosecha.
4. Asistencia técnica y formación continua
Los programas de extensión rural, ofrecidos por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y organizaciones como la Cámara Paraguaya de Exportadores de Mandioca, brindan capacitación en buenas prácticas agrícolas, sistemas de riego y control integrado de plagas.
5. Diversificación y acceso a nuevos mercados
La transformación de la mandioca en derivados (harina, almidón, biocombustibles) y la apertura de nichos en mercados internacionales, como la Unión Europea y países vecinos, aumentan el valor agregado por kilo. La creación de cooperativas facilita la negociación de precios y reduce la dependencia de intermediarios.
Implementar estas estrategias de manera integrada puede elevar los ingresos de los productores y consolidar a la mandioca como un pilar de la economía rural paraguaya.