Durante la audiencia, el médico acusado de pederastia declaró que “nada más que la prisión” pudo frenar sus impulsos delictivos, admitiendo implícitamente que de no haber sido detenido habría seguido abusando de menores. Su declaración ha conmocionado al tribunal y a las víctimas, que han relatado los hechos con todo detalle.
El caso ha reabierto el debate en Francia sobre la prevención y detección temprana de abusos sexuales en el ámbito sanitario, así como la necesidad de medidas más estrictas para evitar que profesionales con acceso a menores puedan delinquir impunemente.
Fuente: Última Hora