Desde hace 15 días, la comunidad del Colegio Nacional de Enseñanza Media Diversificada Dr. Pedro P. Peña de Coronel Oviedo vive un ambiente de angustia y desconcierto tras el brutal asesinato de la estudiante María Fernanda a manos de un compañero de 17 años. Con más de 2.000 alumnos, esta institución es una de las más importantes del distrito y hoy enfrenta un reto sin precedentes.
Según el Lic. Jorge Servín, director del colegio, “este crimen marcó un antes y un después tanto para los alumnos, padres, docentes como autoridades. Como profesionales de la educación, no contamos con herramientas suficientes para dar respuestas a todo el dolor que manifiestan los jóvenes”.
Desde el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), a través de la Dirección General de Orientación Educativa, se instaló una mesa técnica con psicólogos externos de distintas instituciones para brindar contención individual y grupal a los compañeros de la víctima y del presunto agresor. El objetivo principal es identificar señales de alarma y acompañar el proceso de recuperación emocional de los estudiantes.
“Se suspendieron todas las actividades académicas y paralelas desde lo ocurrido. Ahora la recomendación es retomar gradualmente con ejercicios deportivos para aliviar la aflicción colectiva”, explicó Servín. Mientras los profesionales despliegan dinámicas de grupo y consultas individuales, el colegio mantiene un patrullero de la Policía en su ingreso, como recordatorio constante de la tragedia.
La investigación judicial avanza contra el adolescente sindicado, quien –según el director– no tenía antecedentes de inconducta ni reportes pedagógicos negativos, más allá de ausencias esporádicas. Los padres del joven habían atendido puntualmente cada convocatoria de la institución, añade Servín.
El retrato del Lic. Jorge Servín, con el semblante demudado, refleja la aflicción de una comunidad que busca recuperar la normalidad tras un hecho que hasta ahora no encuentra explicación.
Fuente: Última Hora
