Asunción, 10 de junio de 2025. La activista Greta Thunberg y un grupo de voluntarios emprendieron el 9 de junio una travesía en kayaks por el río Paraná como parte de su campaña #SalvemosElParaná, destinada a visibilizar la contaminación y el impacto de la deforestación en la cuenca del río. Sin embargo, la flotilla fue detenida a la altura del Puente Remanso por la Prefectura Naval, que alegó la ausencia de los permisos de navegación correspondientes.
Según documentos oficiales del Ministerio del Ambiente, el permiso fue rechazado por “razones de seguridad y navegación”, lo que obligó a los activistas a regresar a la costa pasadas las 14:00 horas. Durante la operación de contención, se registró un fuerte despliegue policial fluvial y la confiscación temporal de varias embarcaciones.
La acción generó reacciones divididas en la opinión pública. Mientras simpatizantes celebraron la visibilidad del movimiento en redes sociales, críticos locales cuestionaron que se tratara más de una “flotilla de selfie” que de una protesta con impacto real. En su columna de opinión, el diario La Nación calificó la iniciativa como “un espectáculo mediático que sacrifica la sustancia por la foto perfecta”.
Por su parte, representantes de la ONG Green Horizons, que acompañó a Thunberg, afirmaron que la interrupción no frena la campaña y que planean presentar un recurso administrativo contra la denegación de permisos. El episodio reabre el debate sobre las formas de protesta ambiental en Paraguay y la coordinación necesaria con las autoridades para garantizar la seguridad en ríos de alta navegación.
