La freidora de aire se ha convertido en un electrodoméstico imprescindible para quienes buscan cocinar de forma más saludable y práctica. Para aprovechar al máximo sus ventajas —como la reducción de grasa y la rapidez en la cocción— es fundamental conocer tanto sus virtudes como sus limitaciones.
1. Precalentamiento y temperatura
Antes de introducir los alimentos, permite que la freidora alcance la temperatura ideal (180 °C–200 °C) durante 3 a 5 minutos. Esto asegura una cocción más pareja y una textura crujiente sin necesidad de abusar del aceite.
Fuente: abc
2. Cantidades justas y movimientos intermedios
Evita llenar el cesto en exceso. La circulación de aire caliente es clave: carga los alimentos en una sola capa y, a mitad de cocción, abre la freidora para sacudir o remover. Así garantizas un dorado uniforme sin puntos fríos.
3. Uso moderado de aceite
La freidora de aire no requiere más que una ligera capa de aceite pulverizado o pincelado. Emplear sprays antiadherentes de forma reiterada puede dañar el recubrimiento interior y afectar el sabor de futuras preparaciones.
4. Elección de alimentos y cortes
Trocea los ingredientes en tamaños similares y, cuando prepares patatas o vegetales, sécalos bien para eliminar el exceso de humedad. Esto evitará que se cocinen al vapor y pierdan textura crujiente.
5. Limpieza y mantenimiento
Desenchufa el aparato y deja que se enfríe antes de lavar. Retira las piezas desmontables y limpia con agua tibia y jabón suave. Evita estropajos abrasivos que puedan rayar el recubrimiento.
Siguiendo estas recomendaciones podrás disfrutar de platos dorados, crujientes y bajos en grasa, sin comprometer el rendimiento ni la vida útil de tu freidora de aire.