La gripe estacional es una de las infecciones respiratorias más contagiosas, causada por los virus de la influenza. Según ABC, el periodo de contagio abarca varias etapas clave:
Contagio antes de los síntomas
Una persona infectada puede transmitir el virus uno o dos días antes de mostrar señales visibles, como fiebre o malestar. En esta fase presintomática, el riesgo existe aunque el portador aún no note síntomas.
Fase aguda: pico de transmisión
El momento de mayor contagiosidad se presenta entre el primer y quinto día desde el inicio de los síntomas. Durante esta etapa, la tos, el estornudo y el contacto cercano facilitan la diseminación de las gotitas respiratorias.
Contagio en recuperación
Aun cuando los síntomas disminuyan, el virus puede seguir activo: la mayoría de las personas continúan siendo contagiosas hasta una semana después del comienzo de la enfermedad. En niños pequeños y en inmunocomprometidos, este período puede prolongarse.
Medidas para reducir el riesgo
- Higiene de manos: lavado frecuente con agua y jabón o uso de alcohol en gel.
- Etiqueta respiratoria: cubrirse con el brazo al toser o estornudar.
- Evitar contactos: mantener distancia en los días más intensos de síntomas.
- Reposo en casa: no asistir a lugares concurridos mientras persista la sospecha de gripe.
Comprender el ciclo de contagio y aplicar estas prácticas, junto con la vacunación anual, es la estrategia más eficaz para frenar la propagación de la gripe estacional en la comunidad.