El pasado 4 de junio de 2025, la Corte Suprema de Brasil (STF) volvió a sentarse en Brasilia para continuar el juicio que determinará la regulación de las redes sociales en el país. La audiencia, presidida por el presidente del tribunal, busca establecer los criterios que equilibren la libertad de expresión con la necesidad de combatir la desinformación y los discursos de odio en internet.
Durante la apertura de la sesión, los jueces expusieron sus interrogantes sobre el alcance de las nuevas normas. Entre los puntos centrales se encuentra la posible obligación de las plataformas de eliminar contenido considerado «inapropiado» en plazos estrictos y la imposición de sanciones económicas a aquellas compañías que incumplan los fallos judiciales.
Según La Nación, el juicio cuenta con la comparecencia de representantes de grandes empresas tecnológicas, quienes defenderán su modelo de moderación de contenidos. Se espera que el tribunal emita su veredicto a fines de año, sentando un precedente para otros países de América Latina que evalúan marcos regulatorios similares.
Analistas consultados coinciden en que la decisión del STF podría redefinir la forma en que las plataformas gestionan el flujo de información y, a su vez, fortalecer los mecanismos de protección de derechos fundamentales en línea. Asimismo, gobiernos de la región observan atentamente el avance de este proceso judicial, que se perfila como uno de los más relevantes en materia de tecnología y soberanía digital en 2025.