Enrique Agüero Esgaib, de 53 años y oriundo de Asunción, alcanzó la cumbre en las artes marciales al consagrarse campeón nacional de karate en cuatro ocasiones y defender durante dos años el título nacional de full contact y el sudamericano de kickboxing. A los 27 años decidió dar un giro a su vida deportiva y colgar los guantes para dedicarse plenamente a la predicación del evangelio.
Tras ser invitado a varios colegios y universidades por Hombres de Negocios del Evangelio Completo, Agüero descubrió su vocación pastoral. Junto a su hermano Adolfo, fundó hace 24 años la iglesia «Más que Vencedores», que actualmente desarrolla programas de apoyo a niños y familias en situación de vulnerabilidad. Con disciplina y esfuerzo heredados de su etapa como deportista, el pastor promueve valores cristianos basados en la disciplina y el propósito de vida.
En sus propias palabras: «Aproveché el deporte para predicar la palabra de Dios… ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?» explica Agüero, citando un versículo de Jesús con el que motiva a jóvenes y deportistas a buscar un propósito eterno. Además de su labor pastoral, la congregación mantiene una fundación para ayudar a los más necesitados en Asunción.
Fuente: Última Hora