El 1 de junio se celebra el Día Mundial del Superviviente de Cáncer, una iniciativa internacional que reconoce la fortaleza de miles de pacientes que han superado esta enfermedad y destaca las enseñanzas que deja el cuerpo tras el proceso terapéutico. En Paraguay, esta jornada sirve para visibilizar la importancia del acompañamiento médico continuo y el apoyo emocional como pilares fundamentales de la recuperación.
Los tratamientos oncológicos, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden ocasionar efectos secundarios persistentes —fatiga crónica, neuropatías y desequilibrios hormonales, entre otros— que requieren un seguimiento especializado. Expertos insisten en la necesidad de chequeos regulares, una alimentación equilibrada, actividad física adaptada y espacios de contención psicológica para reducir secuelas y mejorar la calidad de vida.
En el país, instituciones de salud pública y organizaciones civiles organizan talleres de nutrición, programas de rehabilitación física y grupos de apoyo emocional abiertos a sobrevivientes y sus familias. Estas acciones no solo celebran la supervivencia, sino que refuerzan el mensaje de que la lucha contra el cáncer continúa más allá del último tratamiento, enfatizando la prevención de recaídas y la promoción de hábitos saludables.
Fuente: abc