Científicos han detectado que la causa de la sensibilidad dental podría remontarse a un pez prehistórico que habitó los océanos hace más de 400 millones de años. Según los investigadores, ciertos genes vinculados a la formación del esmalte dental en humanos provendrían de una proteína muy similar hallada inicialmente en fósiles de un pez de aletas lobuladas.
El equipo analizó la estructura molecular del esmalte y encontró que estas proteínas comparten un alto grado de homología con las secuencias genéticas recuperadas del espécimen fósil. Este hallazgo abre nuevas vías para entender por qué algunas personas experimentan dolor intenso ante estímulos térmicos y químicos.
La investigación también apunta a posibles aplicaciones futuras en odontología, como el desarrollo de tratamientos que bloqueen la reacción de esta proteína heredada, reduciendo así la sensibilidad sin comprometer la dureza natural del esmalte.
Fuente: abc