En el primer trimestre del año, Paraguay registró un crecimiento económico sostenido, impulsado por el desempeño del sector agroindustrial y la inversión pública. Sin embargo, a pesar de estas cifras positivas, economistas advierten que el poder adquisitivo de los ciudadanos se está viendo afectado por la inflación y el encarecimiento de bienes y servicios.
“El Producto Interno Bruto muestra avances, pero los salarios reales no logran mantenerse al ritmo de la suba de precios”, señaló un analista de mercado en conversación con La Nación. Según el informe, el costo de la canasta básica alimentaria subió un 6% interanual, mientras que los aumentos salariales promedian un 3,5%.
El Gobierno paraguayo reconoce el desafío y ha anunciado medidas para contener la inflación, como el ajuste de subsidios y la promoción de políticas de crédito a tasas preferenciales. No obstante, los expertos enfatizan que, sin una estrategia integral para mejorar la productividad y el ingreso real de los hogares, la brecha entre crecimiento económico y calidad de vida podría ampliarse.
