En marzo de 2024, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos formales contra el presunto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y el financista paraguayo Federico Ezequiel Santoro Vassallo —alias «Capitán»— por conspiración para cometer lavado de dinero ABC Color.
Según la acusación, entre noviembre de 2019 y septiembre de 2021 ambos operaron una red transnacional que recaudaba ganancias del narcotráfico en Europa —principalmente en euros— para luego canalizarlas hacia Sudamérica, Asia y el sistema financiero estadounidense. La pieza clave fue una transferencia desde Portugal a una firma en China que pasó por un banco corresponsal en Richmond, Virginia, activando la jurisdicción federal de EE.UU.
La investigación detalla el uso de al menos siete empresas fachada en distintas jurisdicciones y facturas falsas para disfrazar montos que, en una operación específica de enero de 2021, superaron los 17 millones de euros. De ese total, al menos 5 millones se lavaron a través de bancos estadounidenses, mientras que Santoro movilizó en menos de cinco meses alrededor de 8 millones de dólares en múltiples cuentas a nombre de sociedades pantalla.
El esquema criminal también empleaba emisarios que recolectaban maletas con dinero en efectivo en calles de Europa, comunicación cifrada vía Sky ECC y códigos de billetes para verificar entregas. La coordinación y supervisión de los movimientos era realizada por Marset desde el exterior, mientras que Santoro gestionaba los flujos financieros desde Paraguay.
Santoro fue detenido en agosto de 2023 durante el megaoperativo “A Ultranza” y recientemente se declaró culpable de lavado de activos ante la Corte del Distrito Este de Virginia, lo que deja a Marset como uno de los fugitivos más buscados por la DEA.