La Triple Frontera, que abarca Paraguay, Argentina y Brasil, se ha convertido en uno de los principales epicentros de la economía ilícita en Latinoamérica, albergando complejas redes de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo (Ultima Hora).
Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos planea revitalizar sus investigaciones y acciones penales contra estas organizaciones. Según el experto Emanuele Ottolenghi, el nuevo enfoque de las agencias federales apunta a desarticular los vínculos de Irán y la agrupación libanesa Hezbolá en la región, buscando cortar el flujo de recursos hacia grupos extremistas.