El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció la revocación de los visados de numerosos estudiantes chinos, incluidos aquellos vinculados al Partido Comunista Chino o que cursan estudios en áreas consideradas “clave” por Washington. La decisión, adoptada en pleno contexto de restricciones generales a la movilidad académica internacional, no detalla cuántos alumnos se verán afectados ni la fecha exacta de su implementación.
En el curso académico 2023-2024 había 277.398 estudiantes chinos matriculados en universidades de EEUU, lo que representó el 24,6% de los 1,12 millones de alumnos internacionales. Desde que en 1979 China envió a su primer contingente de estudiantes a territorio norteamericano, Estados Unidos se había consolidado como destino de prestigio para el gigante asiático.
La pandemia y la política de “cero covid” de Pekín, que redujo en un 97% las conexiones aéreas con el exterior, ya habían frenado el flujo migratorio académico. Tras alcanzar un pico de 370.000 estudiantes chinos en 2019, las cifras no se han recuperado, y muchos jóvenes valoran ahora no solo la calidad educativa, sino también los estilos de vida y avances tecnológicos que todavía distinguen a EEUU.
Esta iniciativa se suma a una escalada de desconfianza bilateral que afecta a la ciencia y la tecnología. Según un informe de la Universidad de Stanford, el 61% de los académicos de origen chino en EEUU ha considerado volver al gigante asiático desde 2018, citando “ansiedad” y obstáculos para la investigación.
Por su parte, instituciones chinas como la Universidad de Fudan o la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong han reforzado sus programas de captación de talento y ofrecen plazas de doctorado sin requisitos previos de máster, buscando posicionarse como alternativa para quienes abandonen Estados Unidos.
Fuente: Última Hora
