EEUU y China reanudan negociación arancelaria en Londres tras duplicar gravámenes a acero y aluminio

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó esta semana duplicar los aranceles sobre el acero y el aluminio del 25% al 50%, una medida que afecta especialmente a China, el segundo mayor exportador de aluminio al mercado estadounidense, así como a Canadá, México, Brasil, Corea del Sur y Vietnam. El Gobierno justificó la maniobra como un paso necesario para “contrarrestar con mayor eficacia a los países extranjeros que continúan descargando excedentes de acero y aluminio a bajo precio en el mercado estadounidense, socavando así la competitividad de las industrias nacionales” Última Hora.

Pese a la escalada arancelaria, ambos mandatarios rebajaron el tono tras una llamada de hora y media entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping. Según fuentes oficiales, acordaron que sus emisarios se reúnan este lunes 9 de junio en Londres para retomar la segunda fase de las negociaciones comerciales entre Washington y Pekín, en un intento por desactivar la actual guerra de aranceles y buscar un acuerdo que incluya materias primas críticas como las tierras raras.

En la mesa de negociación estarán el secretario estadounidense del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick; y el representante comercial, embajador Jamieson Greer. Peter Navarro, consejero principal de Trump en comercio y manufacturas, advirtió que no pueden “tolerar el problema que estamos afrontando” y apuntó directamente a China por los excedentes de aluminio.

La tensión bilateral se había incrementado después de que ambos países se acusaran mutuamente de violar compromisos previos, incluidos límites a la exportación de chips y restricciones de visados a estudiantes. Sin embargo, la tregua temporal refleja el interés de Washington en contener el impacto de las sanciones sobre la industria nacional y en mantener abiertas las líneas de suministro de metales estratégicos.

Analistas advierten que los aranceles elevados podrían desacelerar el crecimiento económico de Estados Unidos en la segunda mitad del año. Elon Musk, que en el pasado había sido aliado de Trump, aseguró en su red social X que estas medidas “provocarán una recesión” si no se logra un acuerdo “pronto y equilibrado”.