En la audiencia con los participantes en la Asamblea General anual de las Obras Misionales Pontificias, el papa León XIV subrayó la necesidad de una Iglesia misionera capaz de llevar “una paz verdadera y duradera” a un mundo “herido por la guerra, la violencia y la injusticia”. Según señaló, este modelo de Iglesia debe salir al encuentro de las personas y anunciar el Evangelio con gestos concretos de solidaridad y reconciliación. ABC
Asimismo, al tomar posesión como obispo de Roma y asomarse al balcón de la basílica de San Juan de Letrán, el pontífice realizó su bendición dominical pidiendo que los fieles sean testigos de esperanza “para un mundo que sufre tanto dolor por las guerras, la violencia y la pobreza”. Con este gesto, el papa León XIV invitó a todos los cristianos a asumir la misión de consolar a los más necesitados y de llevar un mensaje de esperanza allí donde impera el desaliento. ABC