Las encuestas más recientes de cara a las elecciones presidenciales de Polonia 2025 muestran un empate técnico entre los dos principales candidatos, dejando al país centroeuropeo en un clima de incertidumbre política. Según datos recogidos por abc, ninguno de los aspirantes logra superar el 30% de intención de voto, margen considerado insuficiente para evitar una segunda vuelta.
Este empate en los sondeos refleja la fuerte polarización que atraviesa la sociedad polaca, marcada por tensiones entre sectores conservadores y liberales. Con la fecha de la primera vuelta electoral fijada para junio de 2025, los partidos han intensificado sus campañas y debates públicos para captar el voto indeciso.
Analistas consultados coinciden en que este resultado pone en jaque las expectativas de estabilidad política de Varsovia, al mismo tiempo que genera especulaciones sobre posibles alianzas o cambios de último minuto. La incertidumbre también se extiende a la Unión Europea, dado que el próximo presidente polaco jugará un rol clave en las negociaciones comunitarias y en la orientación de la política regional.
De cara a la segunda vuelta, prevista para julio, todo apunta a una pugna reñida donde el manejo de la crisis económica y las promesas de reforma judicial serán ejes centrales del debate político.
