El magnate Elon Musk habría consumido dosis regulares de ketamina, éxtasis y hongos psicodélicos mientras participaba en la campaña presidencial de Donald Trump, según un extenso perfil publicado por The New York Times.
De acuerdo con el medio estadounidense, el uso de ketamina de Musk fue tan frecuente —aproximadamente una pequeña dosis cada dos semanas— que llegó a sufrir daños en la vejiga, un efecto típico del consumo crónico de este potente anestésico con propiedades disociativas.
La investigación indica que el cofundador de Tesla viajaba con una caja de medicación que incluía cerca de 20 pastillas, entre ellas Adderall, un estimulante recetado para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Estos datos también fueron reproducidos por ABC, que subraya la línea entre uso terapéutico y recreativo.
En Estados Unidos, la ketamina está aprobada como anestésico y en algunos casos para tratar la depresión o ansiedad, pero alerta sobre riesgos como dependencia y daños en órganos. El propio Musk reconoció en 2024 que su consumo formaba parte de un tratamiento recomendado para enfrentar “grandes altibajos” y un estrés constante.
El informe coincide con el reciente anuncio de Musk de abandonar su rol como asesor del Department of Government Efficiency en la Casa Blanca, tras expresar su decepción por el plan fiscal del presidente Trump. La revelación de su historial de consumo añade tensión al distanciamiento entre el empresario y la administración republicana.