Paraguay cerró su participación en las Eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Estados Unidos 2026 con un balance que refleja la irregularidad de la Albirroja en los últimos años. Con un octavo puesto en la clasificación final, el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto obtuvo 17 puntos en 16 partidos, gracias a 4 victorias, 5 empates y 7 derrotas. Estas cifras colocan esta edición en el quinto lugar más bajo de las 17 Eliminatorias en las que ha participado el combinado nacional.
Históricamente, Paraguay alcanzó su mejor desempeño en las Eliminatorias 2005, cuando finalizó en el tercer puesto, asegurando su clasificación directa a Alemania 2006. Por el contrario, la edición actual comparte méritos con la de 1993 (tras la reforma al formato), en la que también quedó fuera de la zona de acceso directo por un margen estrecho. En términos de eficacia, la Albirroja cerró con un promedio de 1,06 puntos por partido, por debajo de la media histórica de 1,22 pts/juego.
El grupo de esta edición presentó momentos de ilusión, como la victoria 2-1 sobre Colombia en Asunción, pero también episodios de dificultades fuera de casa: la racha sin triunfos tras siete partidos como visitante fue determinante para no escalar posiciones. Las críticas apuntan a la falta de contundencia ofensiva —solo 15 goles anotados— y a la fragilidad defensiva que derivó en 19 tantos recibidos.
Con la mirada puesta en la próxima Copa América y en la segunda etapa de ciclos clasificatorios, la Federación Paraguaya de Fútbol evalúa un recambio generacional y ajustes tácticos para recuperar la regularidad que caracterizó a la Albirroja en sus mejores participaciones.
Fuente: La Nación
