Enrique Collar lleva la esencia rural paraguaya a Rotterdam con “Los adoradores de la sombra”

El artista Enrique Collar, nacido en Itaguasu y con residencia en los Países Bajos, inauguró recientemente una visita guiada por su amplio estudio en Rotterdam, donde expuso su nuevo lienzo Los adoradores de la sombra. La muestra se realizó en un húmedo domingo de febrero, cuando la bruma matinal y los aromas del puerto holandés contrastaron con la calidez de la paleta cromática que evoca el clima tropical paraguayo.

Según relata Última Hora, el atelier de Collar ocupa todo un segundo piso junto a los canales de la ciudad y está equipado con bastidores de gran formato, un estudio fotográfico profesional y una cuidada biblioteca de arte. En ese espacio, el artista combina técnicas de pintura realista con referencias a los maestros flamencos y la iconografía guaraní.

“Los adoradores de la sombra” es una obra de más de dos metros de altura que muestra a una familia campesina reposando bajo la sombra de un mango. Las figuras, con pies curtidos por la faena diaria, aparecen inmersas en un maizal que ondula al viento. La pincelada de Collar destaca por su realismo vibrante: ocres y tierras cálidas para la piel y verdes y azules intensos para la naturaleza, recreando la densidad lumínica del trópico.

Con esta pieza, Collar propone una reflexión sobre la luz como símbolo de lo divino y lo cíclico en el imaginario guaraní; un reto poético frente a la deforestación y el cambio climático. A 13.000 km de Paraguay, el artista reconstruye con maestría las postales rurales de su tierra natal, creando una fábula realista que trasciende fronteras y tiempos.