El reconocido abogado penalista Enrique Villalba anunció el 2 de junio en Asunción que se niega a ofrecer su defensa al acusado del crimen de María Fernanda, alegando incompatibilidad ética. Villalba, quien asesoró inicialmente al imputado en etapa de investigación, afirmó que «ni por más dinero» estaría dispuesto a asumir la representación del presunto femicida.
El caso de María Fernanda, una joven de 24 años encontrada sin vida el pasado abril en una zona rural del departamento Central, conmocionó al país y puso el foco en la violencia de género y el rol del sistema judicial. Según Villalba, su decisión busca preservar la integridad moral de la profesión y evitar cualquier conflicto con principios fundamentales del Derecho penal.
La postura de Villalba ha generado reacciones encontradas en la opinión pública y entre colegas del fuero, donde algunos defienden su derecho a elegir casos y otros critican que la renuncia pueda afectar el derecho del imputado a una defensa adecuada. El abogado insistió en que su criterio no vulnera el debido proceso, pues existen otros profesionales capacitados para el caso.
Hasta el momento, el Ministerio Público continúa con la recolección de pruebas y la defensa del acusado aún busca representante. La Nación destacó que esta decisión ética podría allanar el camino para un debate más profundo sobre los límites de la abogacía en casos de alto impacto social.