Muchas personas evitan el gimnasio por la monotonía, el costo o la incomodidad de las máquinas. Sin embargo, mantenerse activo no requiere un pase de membresía ni horas frente a un equipo. Según abc, hay alternativas sencillas que combinan diversión y beneficio físico.
Entre las propuestas destacan los ejercicios de peso corporal, como sentadillas, flexiones y planchas, que pueden realizarse en cualquier espacio de la casa o en un parque. Estos movimientos, además de mejorar la fuerza muscular, activan el core y ayudan a corregir la postura. Para quienes buscan un reto cardiovascular, las caminatas rápidas o trotes suaves en circuitos naturales ofrecen un entrenamiento de bajo impacto pero alto rendimiento.
Otras opciones mencionadas incluyen sesiones cortas de HIIT (entrenamiento de intervalos de alta intensidad) sin equipamiento: alternar 30 segundos de burpees o saltos de tijera con períodos de descanso favorece la quema de calorías y acelera el metabolismo. Actividades como el yoga y el pilates, por su parte, potencian la flexibilidad y la conexión mente-cuerpo, ideales para relajar tensiones y prevenir lesiones.
La clave está en adaptar los ejercicios a tu rutina diaria: usar las escaleras de casa como sustituto de la máquina de step, incorporar sprints al aire libre o convertir las tareas del hogar en circuitos de movilidad. Así, entrenar deja de ser una obligación y se transforma en una actividad placentera que mejora tu bienestar general.
