Un equipo internacional de investigadores ha identificado por primera vez restos de chinches en sitios arqueológicos frecuentados por neandertales, lo que indica que estos humanos antiguos fueron “víctimas” de infestaciones hace alrededor de 60.000 años. La evidencia proviene del hallazgo de fragmentos de exoesqueletos y ADN de Cimex lectularius en capas estratigráficas de yacimientos en Europa.
Según el estudio, las chinches habrían aprovechado los abrigos rocosos y cuevas utilizados como refugio por los grupos neandertales para alimentarse de su sangre durante largos periodos. Este descubrimiento sugiere que la cohabitación con parásitos ya era un problema sanitario para los homínidos prehistóricos, antes incluso de la domesticación de animales y la sedentarización.
El hallazgo, reportado inicialmente por Última Hora, amplía nuestro conocimiento sobre las condiciones de vida de los neandertales y la evolución de las plagas en la prehistoria. Los investigadores esperan que futuros análisis de ADN antiguo confirmen la extensión de estas infestaciones y su impacto en la salud de los primeros pobladores europeos.