El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia informó el 20 de mayo de 2025 que no aceptó la postulación de Evo Morales para las próximas elecciones presidenciales al no cumplir con los requisitos de inscripción exigidos por la normativa vigente. La decisión deja fuera al expresidente y líder del Movimiento al Socialismo (MAS), desatando reacciones inmediatas entre sus seguidores. abc
Días más tarde, el 26 de mayo, el ente electoral ratificó su postura y anunció que tampoco inscribiría a otros dirigentes afines a Morales, lo que motivó llamados a protestas organizadas por la cúpula del MAS. Las movilizaciones estaban previstas para los días previos y posteriores a la jornada de votación, alimentando la incertidumbre sobre el desenvolvimiento pacífico del proceso. abc
En este contexto de tensión, el presidente Luis Arce salió al paso de las advertencias y garantizó, el mismo 26 de mayo, que las elecciones se llevarán a cabo con normalidad, resguardando la seguridad de los ciudadanos y la integridad del voto. Arce subrayó el compromiso del Gobierno con el sistema democrático y confió en que las autoridades electorales cumplirán con su rol de forma imparcial. Ultima Hora
Con la exclusión de Morales, el panorama político boliviano enfrenta un cambio de escenario en el que los partidos de oposición y fuerzas emergentes podrían fortalecer su posición. La comunidad internacional observa de cerca los próximos movimientos, mientras grupos de derechos humanos llaman a garantizar el derecho a la protesta pacífica y a preservar la legitimidad del proceso electoral.
