En Paraguay, la tendencia a postergar la maternidad y la paternidad hasta después de los 40 años ha ido en aumento, impulsada por objetivos académicos, profesionales y personales. Sin embargo, esta decisión conlleva una reducción natural de la reserva ovárica y un impacto emocional profundo en la pareja, advierte ABC.
Retos biológicos y emocionales
Tras los 40, la calidad de los óvulos disminuye y las probabilidades de concebir de forma natural se reducen notablemente. Cada ciclo sin éxito puede generar un duelo silencioso, marcado por sentimientos de frustración, culpa y ansiedad que afectan tanto a nivel individual como al vínculo de pareja.
Claves para fortalecer el vínculo
La comunicación abierta es fundamental: compartir miedos, expectativas y frustraciones ayuda a evitar muros emocionales. Asimismo, buscar apoyo psicológico o sumarse a grupos de acompañamiento permite dar nombre a las emociones y encontrar contención con quienes viven experiencias similares.
Opciones de maternidad y paternidad
Más allá de la concepción natural, existen alternativas como la fertilización in vitro, la donación de gametos o la adopción. Estas vías no implican renunciar al deseo de ser padres, sino transformarlo, ofreciendo distintas formas de construir una familia, indican especialistas citados por ABC.
¿Cuándo replantear la búsqueda?
- Agotamiento físico: tratamientos hormonales y procedimientos invasivos pueden pasar factura al cuerpo.
- Impacto en la salud mental: la ansiedad y la depresión suelen aumentar tras ciclos fallidos.
- Tensión en la relación: el foco exclusivo en la fertilidad puede descuidar la vida en pareja.
- Opciones médicas agotadas: cuando la probabilidad de éxito es muy baja, insistir puede ser una carga sin justificación.
- Deseo interno de soltar: escuchar la voz interior que pide vivir sin un calendario reproductivo.
Detener la búsqueda no es un fracaso, sino un acto de autocuidado y amor propio. Como concluye ABC, soltar a tiempo puede abrir nuevas rutas para el bienestar personal y de pareja, recordando que hay múltiples formas de amar y formar familia.